sábado, 5 de octubre de 2013

EL ESTRÉS

Considera los contratiempos como desafíos que te permiten crecer como persona, y no como situaciones amenazadoras.

Proverbio


En el mundo tan caótico de hoy, el estrés juega un papel importante  en nuestras vidas, ya que actúa como una  forma de reaccionar ante las demandas del medio, en circunstancias que nos resultan peligrosas, desafiantes, tales como mudarse a un nuevo lugar, dirigir un negocio propio, casarse, entre otros.

Antes de ahondar en el tema, considero necesario definir qué es el estrés, cuáles son sus tipos, las fases que atraviesa para que se produzca.

¿Qué se entiende por estrés?

El origen histórico del concepto estrés parte de las investigaciones realizadas por Hans Selye en 1936.

Nogareda (s.f.) afirma que Selye conceptualiza el estrés como un conjunto de reacciones fisiológicas que se generan producto de cualquier exigencia ejercida sobre el organismo, por la ocurrencia de un agente nocivo denominado estresor; es decir, la respuesta física y específica del organismo frente a cualquier demanda o agresión, ante agresores físicos y  psicológicos. Introdujo el término “Síndrome General de Adaptación”.

De acuerdo con Delgado y Ramírez (2013), el estrés se define como “la reacción natural del organismo en respuesta a un desafío o un evento impactante, físico y/o emocional”.

         Moreno (2003) manifiesta que para Lazarus el estrés es “un proceso dinámico de interacción entre el sujeto y el medio, de modo que un suceso será estresante en la medida en que el sujeto lo valore como tal, siendo esta percepción relativamente independiente de las características objetivas del mismo”.

De Longis, Lazarus y Folkman (1988, citados por Moreno, 2003) expresan que el estrés no es una variable simple, sino por el contrario un sistema de procesos interdependientes, que van de la mano con la evaluación y el afrontamiento, los cuales median la frecuencia, intensidad, duración y tipo de respuestas psicológicas y somáticas.

El estrés puede ser:
  • Positivo: Refiere la capacidad individual de utilizar cada recurso del organismo para reaccionar de manera rápida y oportuna frente a cualquier tipo de acontecimiento (Delgado y Ramírez, 2013).
  • Negativo: Se prolonga excesivamente, por lo que los recursos del organismo terminan por agotarse y el individuo comienza a desarrollar maneras dañinas o negativas de reacción al estrés, pasando a ser limitante y no permitiendo un adecuado afrontamiento.
¿Cuáles son los tipos de estrés que existen?

Delgado y Ramírez (2013) indican que hay cuatro tipos de estrés, los cuales se describirán a continuación:

Estrés General:
  • Todas las personas han sufrido este tipo de estrés en alguna situación.
  • Las personas tienen la capacidad de resolverlo en corto tiempo.
  • No se requiere de algún tipo de intervención.
Estrés acumulativo:
  • Se acumula en el organismo.
  • Los síntomas son difíciles de aliviar.
  • Pueden aparecer síntomas físicos más serios.
  • Puede estar acompañado de una mayor sensación de angustia.
Estrés traumático agudo:
  • Es el estrés propio de situaciones críticas.
  • Genera una gran disrupción psicológica.
  • Se trata de reacciones normales a eventos excepcionales.
Estrés postraumático:
  • Se trata de un estrés severo producido por un trauma psicológico.
  • Generado por un incidente crítico no resuelto.
  • Trae como consecuencia cambios que perduran en el tiempo.
La Asociación Americana de Psicología (APA) distingue los siguientes tipos de estrés:
  • Estrés agudo: Es la forma de estrés más común. Se produce como consecuencia de las exigencias y presiones del pasado y del futuro cercano. Se da a corto plazo y no produce daños graves, es tratable. Los síntomas más comunes son: Agonía emocional, una mezcla de enojo o irritabilidad, ansiedad y depresión; problemas musculares, dolores de cabeza, de espalda, tensión muscular; problemas gastrointestinales, acidez, flatulencias, diarrea, estreñimiento y síndrome de intestino irritable; sobreexcitación pasajera que conlleva presión sanguínea alta, ritmo cardíaco acelerado, transpiración de las palmas de las manos, palpitaciones, mareos, dificultad para respirar, entre otros.
  • Estrés agudo episódico: Se produce en personas que tienen muchas responsabilidades y no sabe cómo manejar la presión, o en aquellas que tienden a preocuparse demasiado. Los síntomas que se presentan son: sobre agitación prolongada, dolores de cabeza tensos y persistentes, migrañas, hipertensión, dolor en el pecho y enfermedad cardíaca. Asimismo, manifiestan irritabilidad, hostilidad, inseguridad, intolerancia, lo que deteriora sus relaciones interpersonales.
  • Estrés crónico: Este tipo de estrés desgasta a las personas porque genera estragos a largo plazo. Las personas que presentan este tipo de estrés no hayan una salida a una situación estresante, como experiencias traumáticas en la infancia que se interiorizan y se mantienen presentes, matrimonios infelices, permanecer en un empleo o carrera que se detesta, entre otros. Conlleva al suicidio, la violencia, problemas cardíacos, apoplejía, otros más.
¿Cuáles son las fases del estrés?

Fase de alarma: Ante la aparición de un estresor, se produce una reacción de alarma durante la que se produce un descenso en la resistencia por debajo normal. Esta fase supone la activación del eje hipofisosuprarrenal. Se presenta síntomas como:
  • Movilización de las defensas del organismo.
  • Aumento de la frecuencia cardíaca.
  • Se contrae el bazo, liberándose gran cantidad de glóbulos rojos.
  • Se produce una redistribución de la sangre, que abandona los puntos menos importantes, como es la piel y las vísceras intestinales para acudir a los músculos, al cerebro y al corazón, que son las zonas de acción.
  • Aumenta la capacidad respiratoria.
  • Se produce una dilatación de las pupilas.
  • Aumenta la coagulación de la sangre.
  • Aumenta el número de linfocitos (células de defensa).
Fase de resistencia o adaptación: El organismo busca superarse, adaptarse o afrontar la presencia de los factores que percibe como una amenaza o del agente nocivo y produce las siguientes reacciones:
  • Los niveles de corticoesteroides se normalizan.
  • Tiene lugar una desaparición de la sintomatología.
Fase de agotamiento: Ocurre cuando la agresión se repite con frecuencia o es de larga duración, y cuando los recursos de la persona para conseguir un nivel de adaptación no son suficientes, por lo que esta fase tiene lugar, trayendo consigo:
  • Se produce una alteración tisular.
  • Aparecen alteraciones psicosomáticas.

¿Cuáles son las fases de la respuesta de estrés en situaciones de emergencia?

Según Moreno (2003), las fases de respuesta de estrés en situaciones de emergencias son:

Estado previo
Puede provocar tanto ansiedad como despreocupación en la población.
Fase de alerta
Corresponde al período transcurrido entre el anuncio del peligro y el desastre en sí. Dará lugar a estados de vigilancia y/o angustia.
Fase de shock
La ocurrencia de la catástrofe.
Fase de reacción
Suele producir desorientación, sensación de vulnerabilidad, huida, miedo.
Fase de resolución
Se caracteriza por la vuelta a conductas normales y la restructuración de los diferentes grupos sociales.
Fase postcatástrofe
Suele presentar mayores complicaciones. Normalmente aparece la conducta de “duelo colectivo” y puede aparecer diferentes conductas psicopatológicas.

¿Cuáles son los factores causales del estrés?

El Gabinete Psicopedagógico de la Universidad de Granada (2001) enuncia que los eventos externos como factores causales del estrés no tienen  que ser muy notorios o intensos, puesto que pueden acumularse hasta llegar al límite. Es por ello que la forma en que interpretamos y pensamos respecto de los acontecimientos que nos ocurren influye en  nuestra perspectiva y experiencia de estrés. De ahí que lo que produce una reacción negativa de estrés en su mayoría, es a causa de nuestra propia interpretación de la situación.

El MINSA de Buenos Aires (s.f.) los ha clasificado en 8 grandes categorías:

a.    Situaciones que fuerzan a procesar información rápidamente (cambio de empleo).
b.    Estímulos ambientales dañinos (ambientes ruidosos, poco seguros).
c.     Percepciones de amenaza.
d.    Alteraciones de las funciones fisiológicas (enfermedades, adicciones).
e.     Aislamiento.
f.      Bloqueo en nuestros intereses.
g.    Presión grupal
h.    Frustración.



Referencias Bibliográficas:

Delgado, P. y Ramírez, Ramírez, A. (2013). Bases biológicas, psicológicas y sociales del estrés. Recuperado de: http://www.slideshare.net/chuyinreyes/bases-biolgicas-psicolgicas-y-sociales-del-estrs
Nogareda, S. (s.f.). NTP 355: Fisiología del estrés. Recuperado de: http://www.insht.es/InshtWeb/Contenidos/Documentacion/FichasTecnicas/NTP/Ficheros/301a400/ntp_355.pdf
Moreno, R. (2003). Intervención psicológica en situaciones de crisis y emergencias. Recuperado de: http://books.google.com.pe/books?id=h4wWAMqI7WkC&pg=PA17&dq=modelo+psicofisiol%C3%B3gico+del+estr%C3%A9s+de+Lazarus&hl=es-419&sa=X&ei=lLVQUpyrF4Hq9ATo9oGoAw&ved=0CCwQ6AEwAA#v=onepage&q=modelo%20psicofisiol%C3%B3gico%20del%20estr%C3%A9s%20de%20Lazarus&f=false
Asociación de Psicología Americana (2013). Los distintos tipos de estrés. Recuperado de: http://www.apa.org/centrodeapoyo/tipos.aspx
Gabinete Psicopedagógico de la Universidad de Granada. (2001). Estrés. Recuperado de: http://www.ugr.es/~ve/pdf/estres.pdf
Ministerio de Salud de Buenos Aires. (s.f.). Estrés. Recuperado de: http://www.ms.gba.gov.ar/EducacionSalud/Estres/estres.pdf

BASES PSICOFISIOLÓGICAS DEL ESTRÉS

Respuesta fisiológica del estrés

Nogareda (s.f.) manifiesta que la respuesta fisiológica es “la reacción que se produce en el organismo ante los estímulos estresores, […] los cuales suponen la activación del eje hipofisosuprarrenal y del sistema nervioso vegetativo”.

El eje hipofisosuprarrenal (HSP) está compuesto por el hipotálamo, que es una estructura nerviosa ubicada en la base del cerebro que actúa entre el sistema endocrino y el sistema nervioso, la hipófisis y las glándulas suprarrenales, que se encuentran sobre el polo superior de cada uno de los riñones y que están compuestos por la corteza y la médula.

Se activa ante la presencia de agresiones físicas como psíquicas, haciendo que el hipotálamo segregue la hormona CRF (factor corticotropina) que actúa sobre la hipófisis y provoca la secreción de la hormona adenocorticotropina (ACTH). Esta secreción incide sobre la corteza de las glándulas suprarrenales, originando la producción de corticoides que pasan al torrente circulatorio.

El Sistema Nervioso Vegetativo (SNV) es el conjunto de estructuras nerviosas, cuya función es regular el funcionamiento de los órganos internos y controla algunas de sus funciones de manera involuntaria e inconsciente.

Este sistema mantiene la homeostasis del organismo. Se activa cuando nuestro cerebro considera una situación de emergencia. La activación simpática supone la secreción de catecolaminas, que son:
  • La adrenalina segregada por parte de la médula suprarrenal, sobre todo en casos de estrés psíquico y de ansiedad.
  • La noradrenalina segregada por parte de las terminaciones nerviosas simpáticas, incrementando su concentración, principalmente en situaciones de estrés de tipo físico, en eventos peligrosos o de agresividad.

Estas hormonas que son las encargadas de mantener el cuerpo en estado de alerta para luchar o huir, permiten enlazar el fenómeno de estrés con los fenómenos psicofisiológicos de la emoción, e intervienen en los procesos de:
  • Dilatación de las pupilas.
  • Dilatación bronquial
  • Movilización de los ácidos grasos, ocasionando un incremento de los lípidos en la sangre.
  • Aumento de la coagulación.
  • Incremento del rendimiento cardíaco que puede levar a una hipertensión arterial.
  • Vasodilatación muscular y vasoconstricción cutánea.
  • Reducción de los niveles de estrógenos y testosterona,
  • Inhibición de la secreción de prolactina, que influye sobre la glándula mamaria.
  • Incremento de la producción de tiroxina, que favorece el metabolismo energético, la síntesis de proteínas, entre otros.
Modelo Biopsicosocial

Este modelo relaciona un evento específico y la vivencia de esta situación, con efectos fisiológicos, proporcionando una forma de localizar los factores ambientales estresantes y analizar sus efectos en el aspecto individual.

Cualquier evento que reconocemos (proceso cognitivo) envía señales de la corteza cerebral al hipotálamo y al SNV, a la médula de las glándulas suprarrenales, que responden liberando adrenalina y nordarenalina, que son las denominadas “hormonas del estrés”,  las cuales movilizan nuestro cuerpo y nos hacen luchar o huir (fight o flight) (Nogareda, s.f.).

Cundo una situación genera sentimientos de distrés o desamparo, el cerebro tiende a enviar mensajes a la corteza de las glándulas suprarrenales, que segregan el cortisol, el cual interviene en el sistema inmunológico, e incluye la liberación de la ACTH de la glándula pituitaria.

De acuerdo a las percepciones que se tiene de un evento, la respuesta del organismo será distinta, produciendo eutress por reacciones agradables o distress por reacciones desagradables.

La dimensión afectiva en base al estado de humor ya sea positivo o negativo, producirá una serie de reacciones, cuyo resultado es el afrontamiento (coping) de dicho evento no deseado o  el vencimiento ante el mismo.

“Existe una relación cercana entre el estrés y la depresión, las personas que sufren una vida con alto nivel de estrés tienen una mayor probabilidad de sucumbir a una depresión, y las personas que caen en su primer episodio de depresión probablemente hayan sufrido un evento estresante significativo recientemente” (Daneri, 2012).

“El estilo, el temperamento, la personalidad tienen mucho que ver en cómo percibimos las oportunidades de tomar el control o las señales de seguridad cuando aparecen. Si interpretamos las circunstancias ambiguas como buenas o malas, si buscamos y aprovechamos las redes de contención social. Algunas personas son buenas modulando el estrés de esa manera, otras personas no lo logran” (Daneri, 2012).






Referencias Bibliográficas:

Nogareda, S. (s.f.). NTP 355: Fisiología del estrés. Recuperado de: http://www.insht.es/InshtWeb/Contenidos/Documentacion/FichasTecnicas/NTP/Ficheros/301a400/ntp_355.pdf

Daneri, M. (2012). Psicobiología del estrés. Recuperado de: http://www.psi.uba.ar/academica/carrerasdegrado/psicologia/sitios_catedras/electivas/090_comportamiento/material/tp_estres.pdf